martes, 23 de febrero de 2010

Nada, libre, todo.

Me asomo por la ventana para ver el cielo y pienso en ti. Nada tiene sentido ahora. Tal vez nunca lo tuvo, sólo que antes no me había dado cuenta.

Mi mundo no es el mismo desde que tú estás en él. Me has cambiado. Estoy bastante seguro que te he cambiado y es hermoso. Lo que tú y yo tenemos es hermoso. Me llena.

Me llena de aire, tanto que se me olvida respirar. Sólo puedo sentirte a ti. El sonido del viento, la brisa que acaricia, todo eres tú. En todas partes, a todas horas, estás tú.

No sabes lo que realmente eres. Es decir, te veo y tiemblo. Más tú ni si quiera te das cuenta. Eso es lo que te hace a ti ser tú, quizá. Siempre he querido saber lo que te hace a ti ser tú. Eso que sale de ti.

Eres exactamente la imagen de todo lo que se necesita para que yo me pierda. Yo, que siempre tuve un corazón inexperto, un corazón cobarde, mas no uno frío. Mi corazón nunca ha sido frío, a pesar de lo que digan los demás. Pero eso tú ya lo sabes. No necesitas que te lo explique porque lo ves. Ves en mí toda la persona que soy, la que nadie ve, la que nadie parece tomarse el tiempo para conocer, la que no vale la pena.

Sin embargo tú la ves como una persona que lo vale. Es irónico, porque yo sé que no es así, mas no te voy a mentir, significa el mundo que tú creas que valgo tantas cosas, que me des una importancia que estoy seguro nunca he merecido.

Te quiero, te lo prometo. Perdóname por todo lo que te he hecho pasar, por todas las inseguridades que te han tocado cargar. Hubiera dado lo que sea por ser la persona que mereces. Por ser quien debía ser.

Pero te quiero.

¿Cuenta eso de algo?

Te quiero con cada inseguridad en mí y cada fibra de mi cuerpo. Cada momento, mientras respiro, todo esto a lo que se le llama realidad, todo, que es nada. Mi vida, mi cuerpo, mi voluntad. Este momento, este instante, mientras tú duermes y yo te observo en mi mente, te estoy amando y es nada. ¿Lo sientes? Es inquebrantable.

Pero me cuesta. A ésta alma llena de sentimientos incompletos encerrados en un cuerpo, le cuesta ver las cosas. A éste ser que no es nada más que una simple máquina de movimientos, le cuesta la vida.

A veces es demasiado. El mundo debería ser diferente. Yo debería ser diferente. Si pudiera escapar, saldría de mi cuerpo y liberaría mi alma para poder ver la tuya. Esa alma perfecta con cada imperfección, el reflejo de lo que ves. ¿Es acaso un defecto si yo lo veo perfecto?

No lo creo.

Ahora lo siento todo tan claro. La nada. Ella que no tiene complejidades, que no necesita saber cómo, de qué o por qué. La nada en mí que sólo ama porque no conoce nada más. Nada es real, nada es relevante, más que este amor que me llena. Este amor tan puro que me lava de todas estas irrealidades y me deja flotar. Floto solo. Floto contigo y junto a ti.

Y caigo.

Más y más.

Caigo.

Caigo en el abismo que existe entre estar y ser, entre amar y vivir.

Quisiera arrancarme el cuerpo, quisiera liberarme de las cadenas y sólo quedarme con esta nada. Entonces levitaría a otro mundo. Uno donde las palabras no serían necesarias, ni los gestos, ni la presencia misma. Sería sólo amor por dentro y no habría nada más perfecto.

No hay nada más perfecto que sentir cuando está libre de egos.

¿Qué es el ego?

Todo lo que me mantiene lejos de ti.

Quiero saltar, de verdad quiero saltar. Quiero saber cómo es la caída. Tal vez es rápida, tal vez es lenta, tal vez es perfecta.

¿Te gustaría alcanzar la perfección conmigo?

¿Te gustaría compartir tu esencia?

Compártela conmigo. Dame vida. Enciende el fuego de las almas. Revienta la burbuja y conviértete en algo aún más perfecto de lo que eres ahora. En algo libre. Conviértete en nada conmigo.

Seamos nada.

La nada dura para siempre.

Tú y yo. Nada por siempre. Todo por siempre.

Nada.

Libre.

Todo.

Por siempre. Sobre todo, por siempre.

Recuérdalo mientras cierras los ojos cada noche, cuando creas que el mundo es cruel, cuando pierdas la fe. Piensa en mí. Piensa en cuánto te amo. Te estaré amando desde donde esté.

Tú y yo para siempre.

Seremos nada y no existe mayor prueba de amor.

Nada.

Nada a cambio de nada.

Simplemente nada.

jueves, 18 de febrero de 2010

Infinito

Pero, acaso no te das cuenta de que por ti, iría hasta donde termina el infinito, no puedo demostrarlo en este momento, las palabras son así de limitantes, tú anda y vete con él que poco le durará lo mucho que te quiere. Así es el amor efímero de las personas, lo demuestran tan fervientemente que pareciera que la vida misma depende de ello, pero las cosas se terminan por sí solas, razónalo un momento, pero te has dado cuenta de que el amor nace y se destruye de la misma cosa, la costumbre es traicionera.

image

Veme a mí que estoy derrochando amor por ti sin importar el tiempo que hayamos pasado juntos, velo a él que te quiere, notas la diferencia, me siento un tonto al decirte que deberías salir con él para demostrarte que lo que estoy diciendo es la verdad, alguien más llegará a derramar las críticas del pueblo, así funciona la sociedad, unos hacen, y todos critican, pero que me digan lo que quieran, o que no me digan nada, pero cuando cuando uno llega a amar a alguien de la manera en que yo te amo, las críticas se resbalan, llegará un punto en que ni las notaré, habrán quedado olvidadas, pero mi amor por ti no se rige por las mismas reglas de la física, o de la química, mi cariño, mi dulzura, se quedará, porque lo que siento por ti, no tiene tiempo, no tiene limitantes. Haz feliz al mundo, demuéstrales lo que quieras demostrarles, es triste que la experiencia llegué justo después de que la necesitas. Porque pronto te darás cuenta de que lo que hago no lo hago porque no me importes, ni por darte la razón, lo hago porque yo ya hice lo que tenía que hacer, porque la realidad del asunto es que nuestra historia no termina, hasta que lleguemos al infinito.

lunes, 15 de febrero de 2010

Olvidar

Recordaré algunos días, quizá nunca pueda olvidarlos;  olvidaré quizá los problemas y las tragedias, pasaré mil y un montañas aprendiendo de los errores, dejaré mis risas, y alguna que otra lágrima en el camino hacia adelante, pasarán una infinidad de cosas por mi vida, pero jamás olvidaré el día en que volví a platicar contigo.

martes, 9 de febrero de 2010

Palabras

No soy un poeta, simplemente tengo sentimientos que se convierten en palabras como los ríos se convierten en mares. Te tengo a ti sin tenerte, convirtiéndote en la cuna de todos mis deseos, de todas mis palabras, de todo lo que me golpea. 

image

Las palabras fluyen alrededor de ti como la belleza que irradia de tu alma. Si pudiera enamorarte con tan solo palabras, sería el mejor poeta y el más exitoso escritor. Pero las palabras son sólo eso; palabras. Palabras que corren y explotan en mí dentro de ti. Son sólo sentimientos incompletos que mi alma no entiende y no encuentra otra manera de hacerlos fluir. Porque fluyen, pero sólo por ti y ese es el problema, sólo es por ti. Todo es por ti.

Sonrío ahora y es por ti, por esas tres palabras de las que vivo para oír de tu boca. Y caigo. Cada vez que las dices, caigo más y más profundo a las tinieblas de mi mente, de mi amor, de todo aquello que tú ves diferente. Y es hermoso.

Es hermoso amarte, aún sin recibir nada a cambio porque con tan solo mirarte me siento entero. Pero si nos miramos, entonces es diferente porque dura para siempre. Tu mirada y la mía; juntas. Tu mirada y la mía, a través de cada una, a través de mis palabras que no dicen nada acerca de ti, pero todo acerca de quién eres en realidad, de quién eres para mí, y te aseguro, jamás serás mejor de lo que eres ahora en mis ojos.

¿Puedes verte en mi mirada? Eres perfecta. Eres mi completa y perfecta realidad. ¿Te das cuenta? Espero que sí. De verdad espero que sí…

MP, siempre MP

domingo, 7 de febrero de 2010

Llueven Ideas

Porque la tiricia es como las ideas que llegan cuando uno está solo. Cuando uno no se espera que las cosas pasen, simplemente pasan, en un mar de ideas, tratadas de ser ancladas con una caña que hace muchos años perdió su propósito. Porque es un mar de ideas que destruye, que aniquila, que comienza con un, Quiero que dejemos de ser amigos, así de sencillo empiezan las cosas, palabras aquí, palabras allá, algunas menos y otras más. Llueven mares, dijeron alguna vez, en alguna extraña metáfora, hoy los llueven y no se cansan de llover, incluso pareciera que nunca dejará de hacerlo, la tierra busca ordenarse, busca respirar, ya no sé si busca aniquilar, pero algo busca; siempre se busca algo, incluso hasta los que dicen no buscar algo, buscan algo. Alguien más responderá que así es la naturaleza, incomprensible, y cómo me gustaría que estuviera equivocado, y digo equivocado porque para mí es alguien del sexo masculino, no por sexista, sino porque así es como llegan las ideas, como gotas de agua que van mojando la cabeza hasta dejarla empapada, pero hoy es mejor que se inunden, que por un momento deje de pensar que lo que escribo es tan sólo causa tuya, de tu inmunda indiferencia, de tu superflua comprensión de lo que es mi cabeza, de querer imitar a la naturaleza, de querer ser incompresible para mí, pero ya he tenido suficiente con no poderla entender a ella. Las palabras siguen y yo continúo con un rencor que no me deja dormir, que hace que las lágrimas se confundan con la lluvia, por algo me gusta la lluvia, porque es cuando las ideas llegan y tocan a mi cabeza, porque es cuando me siento vivo, mermo las ideas porque siento que ya no quiero escribir, el porqué no importa, la pregunta instantáneamente cambia a para qué, para qué escribirte si de todos modos a ti ni siquiera te interesa, para qué desgastarme buscando las palabras adecuadas si no puedo ni siquiera encontrarlas, para qué redimir las groserías con las que te podría adjetivar si de todas formas no verás nunca las palabras que ahora te escribo. Porque aún cuando la naturaleza destruye, las lagrimas afloran, las ideas explotan, yo no puedo injuriarte, algo me carcome, me desmiembra, me deja deja sin un sable con el cual combatir. Palabras son muchas, circunlocuciones son demasiadas, ideas una infinidad, pero así son mis escritos, sin sentido, sin emociones, sin nada.

Porque la tiricia es como las ideas que llegan, cuando uno está solo.

lunes, 1 de febrero de 2010

Impulso

La hora que tanto temía llega. Nos quedamos solos tú y yo. El dolor comienza a hacerse camino muy dentro de mí. Sin embargo, no lo hago notar.

Tú te mueves, no sé si inconscientemente o no, pero te acercas un poco más a mí. Siento una punzada recorrer todo mi cuerpo y aunque es difícil, la logro controlar. Sin embargo, comienza la cuenta regresiva.

Sé bien que cuando la cuenta empieza, no hay mucho que pueda hacer. Así que intento alejarme de ti. Me recorro a la esquina del sillón esperando que no te intentes acercar.

Pero lo haces. Siempre lo haces.

Ese es el misterio de ti. Eres una maestra de las señales mixtas. Me haces creer, aunque sea por un segundo, que tú y yo no es tan imposible como lo pienso.

Pero sí lo es.

Esa es la cosa, tú y yo es algo que nunca se va a dar. Eso me duele más de lo que te imaginas. El pensamiento acelera la cuenta regresiva y parece que esta vez, el impulso me va a tomar acorralado y la idea de tenerte tan cerca en esta situación me aterra.

3

2

1…

La cuenta alcanza el cero y me invade el impulso que no puedo controlar. El impulso de tomar tu mano cuando está descansando muy cerca de la mía, el impulso de tenerte conmigo, de hacerte mía, el impulso de besarte y tocarte, aunque sepa que está mal.

Todo eso explota, de cierta manera, dentro de mí. Pero logro que sea una implosión, que no lo notes y estoy agradecido de eso mientras me levantó del sillón.

No te digo nada, simplemente me paro y te miro a los ojos. Espero que entiendas. De alguna manera, sé que lo haces. Debes entender que no puedo controlar estos sentimientos aunque no deban de ser. No puedo ignorarlos porque siempre están ahí y necesito que lo entiendas.

Por eso tengo que irme ahora. No me mires de esa manera o mi corazón se va a romper. ¿Qué si te amo? Por supuesto que sí. Por eso me tengo que ir, antes de que te des cuenta qué tanto.

Antes de que te des cuenta qué tanto…

image

 

 

MP, siempre MP

Hay Luna Llena

Hay luna llena el día de hoy. Me encuentro sentado al otro lado de la fogata fumando un cigarro. Lejos de ti. Pareciera que nunca nos hemos hablado, que nunca hemos cruzado palabra, y no lo digo porque no me hables, sino porque cuando lo llegas a hacer, me lo dices como si fuera un extraño. Cada palabra, cada frase despedaza un poco más mi corazón. Alguien viene a preguntarme si estoy bien; me limito a asentir. Por qué ahora me pareces tan bella, por qué no me eres un ser humano más en mi vida, por qué te ves increíblemente bien. Un toque más al cigarro, sentir el humo dentro de mis pulmones, destruyendo un poco más mi vida. No volteas. Un toque más. Te levantas. image

Detienes la vista frente a mí, son trece segundos los que decides mirarme. Qué cosas me estarás diciendo, mi corazón me traiciona, palpita más y más fuerte, te toman por la cintura, y te dan un abrazo, pero no dejas de verme. Silencio, y más silencio. Una noche en la que podríamos estar juntos. Y sin embargo soy un extraño. Un extraño que te extraña, que decide no llorar porque no vale la pena, que decide no hablarte porque sabe que ya no lo deseas más, un extraño que continúa dando la vida entera por ti, aún cuando ni siquiera te das cuenta, Un extraño que ya no tiene la oportunidad de abrazarte sin que se siente rechazado, un extraño que está fumando un cigarro. Te vas, te alejas, caminas sabiendo que te estoy mirando, por eso no le devuelves el abrazo a él, que todavía no sé cómo se llama, ni me interesa saberlo, finges tenerle un poco de cariño, pero la idea se te desvanece, se escurre como el agua entre tus dedos, porque en el fondo sabes lo que sientes. Hay luna llena. Me encuentro sentado al otro lado de la fogata, sintiendo frío, un toque más al cigarro, y ya se ha terminado, hay luna llena, y estoy totalmente desolado.