domingo, 12 de septiembre de 2010

Terrenal

Y con cada bocanada que mi cuerpo exige, el mundo terrenal se va terminando, siento que la ingravidez de la vida se hace mucho más vulnerable; mi piernas hace algunas horas me dejaron de doler, los brazos se van llenando de plumas que se vuelan con el aire. La bicicleta todavía respira, y aunque los frenos están rotos, me pidió que continuáramos.

Hasta que con cada bocanada que mi cuerpo exige el mundo terrenal, se va terminando.

image

No hay comentarios:

Publicar un comentario