domingo, 29 de noviembre de 2009

Día de Invierno

image

         

Y de pronto el viento sopló tan fuerte que yo, un diente de león, no pude soportarlo, se siente como si me hubieren arrancado de la misma tierra. Se siente diferente. Hoy mi cuerpo quiere ir más allá. No puedo quedarme, pero nunca te dejaré. ¿Me entiendes? Nunca te dejaré.

 

 

 

 

 

Decidí irme porque no estoy listo, no estuve listo para que las cosas pasaran. Decidí irme porque tenía que sentir lo que era mi vida sin que estuvieras ahí. Tenía que experimentar lo que era caminar solo. No te pido que me comprendas. A veces ni siquiera yo me puedo entender. ¿Te has dado cuenta de lo curiosa que ha sido nuestra relación desde que nos conocemos? Un tanto extraña diría yo. Cuántas cosas no hemos pasado juntos. Enojos, sorpresas, dramas, risas, caricias, tristezas, amor y desamor. El que tuvo la culpa fui yo. Nada más. Debes estar en algún lugar del mundo, pensando en algo totalmente distinto mientras yo en cambio, pienso en ti.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Me importa

Este este texto no es mío, en lo particular a mí me ha gustado demasiado, ha pedido por razones personales que no escriba su nombre. Aprovecho para agradecerle las interminantes horas que nos la hemos pasando platicando. Descubriendo poco a poco la vida. Sé que les gustará. Gracias.

No es que no me importes, es más bien lo contrario. Me importas más de lo que estoy cómodo aceptando, más de lo que tú crees, y mucho más de lo que yo quisiera. Supongo que estás confundida, no te culpo. Lo que hago no siempre tiene sentido, la mitad de las veces ni yo me entiendo así que no espero que me entiendas tú. Lo importante es que me importas, y mucho, tanto, que no te lo imaginarías jamás.

Me importas tanto que me duele, que me llena. Me rompes, me subes y me bajas, todo con acciones insignificantes, con palabras vacías, con sílabas pequeñas. Lo haces todo en mí sin hacerme nada. Eres un huracán en mi interior destruyéndolo todo. Eres un amanecer embelleciendo todo lo que toca. Esos ojos claros que ven diferente y esa sonrisa que acaricia; lo son todo para mí.

Sé que si fuera coherente con mis sentimientos, si no tuviera miedo, si fuera fuerte, si todas las fallas y temores que hay en mí no existieran, sería todo más sencillo, cuando menos para ti. Sin embargo, te hago las cosas más difíciles y aunque es lo último que quiero, te lastimo y eso, me rompe aún más.

No espero que me entiendas, no espero que un día notes todo lo que hoy no puedes ver, sólo espero que cuando me vaya y el tiempo haga de las suyas, que cuando nos dejemos de hablar y la distancia se interponga, sepas que no fue porque me dejó de importar o porque nunca me importó, sino porque a ti nunca te importó lo suficiente.

No te culpo tampoco, culpo a la vida, al tiempo, al amor, más no a ti. Tú no eres culpable de nada más de ser demasiado perfecta para mí. Eres la dosis exacta de todo lo que se necesita para hacer que me enamore más de lo que jamás imaginé. Eres y lo fuiste todo, así como entonces, así como ahora, y así será siempre.

Aunque ahora te encuentres confundida, la respuesta siempre estuvo ahí más no la quisiste ver. No la quieres ver y tal vez, así sea mejor, al fin y al cabo, hace las cosas más simples. No es que yo sea simple, no es que me guste lo simple, sin embargo, así es esto, no hay nada en tu sonrisa que sea sólo para mí, no hay un brillo de amor en tus ojos cuando me ves, todo lo que creí que era, todo lo que me pareció haber visto fue el reflejo del sol, fue el reflejo de todo lo que quería ver, de aquello que jamás veré más que en mis sueños una y otra vez.

Quisiera despedirme hoy de ti, eso sería lo más simple. Sin embargo, siendo como soy, odiando la simplicidad, odiando lo obvio y lo fácil, me quedo. Me niego a privarme del pedazo que me toca de ti. Me niego a dejar de observar estupefacto esa sonrisa que jamás será mía, me niego a dejar de perderme en esos ojos claros, me niego a alejarme de tu inocencia, me rehúso a perderme de lo único puro que hay en mi mundo aunque duela cada minuto de mi cada día.

Así que sea como tiene que ser, contigo pero sin ti hasta que el dolor se vuelva insoportable, hasta que no te importe más, pero no dudes jamás de la completa devoción que tuve por ti, aunque a veces huya, aunque a veces me esconda, sólo estoy peleando conmigo mismo una batalla inútil que ganaste desde que me sonreíste por primera vez. Sin embargo, lo intento así cómo todos los hombres intentan alcanzar la grandeza sabiendo que el tiempo se lo llevará fácilmente.

Así lo haces tú, me llevas entre tus acciones sin el menor esfuerzo, sin la menor consciencia y con una sonrisa en el rostro y aún así, me ves confundida cuándo intento huir de ti y resguardarme de aquello que me mata, de aquello que me da vida. ¿Qué no me importas? Irónico que lo digas, verdaderamente estúpido que lo pienses.

Cuadrado

image

Para la mayoría de los seres humanos, la experiencia es como una reflector que se ubica frente a nosotros, el cual sólo ilumina el camino que queda a la espalda. Qué curioso es ¿no creen? la experiencia. Una simple palabra que engloba toda una vida llena de conocimiento.

Díganme si no es curioso, pero a veces nuestra vida se empieza a parecer a un cuadrado –por algo odio los cuadrados–. Aún me sorprende el gran litigio por el que tienen trascurrir mil y un personas sólo para poder entender que la vida tiene como sentido eso, VIVIR. Pero eso no es lo peor, pues hay personas que ni siguiera se llegan a percatar de eso en toda su vida.

Han habido noches en las que me la pasó en vela aunque claro que sin ella, donde me doy cuenta de lo curiosa que es la vida. Hay días extremadamente agradables, donde parece que las cosas están predispuestas, son maravillosos; hay otros donde pareciera que te levantaste con el pie equivocado, y un declive aparece en tu vida.

Lo más intrigante de todo este meollo, es lo relacionado que está la experiencia con esto. Cada quien percibe la vida a su manera, es casi como la sensación y la percepción, igual de entrelazada pareciera la vida estar.

El final de un ciclo para mí se está acercando, pronto estaré de nuevo en un lugar desconocido, un lugar grande, enorme, …infinito. Habrá que empezar de cero, será interesante. Hoy me puedo jactar de mencionar que mi mundo está bajo control, pero necesito más. Quiero saber más. Quiero saber qué hay detrás de esa muralla que algunos ni en sus sueños más remotos han logrado pasar. Quiero ir allá donde los sueños se hacen realidad. Donde todos valoran y estoy casi seguro de que sobreestiman. Quiero ir y pelear por lo que deseo, mover cuanto quiero. Quiero ir y aprender, experimentar, y si es posible nunca equivocarme. Vamos, estoy más que ansioso por ver qué hay más allá de mi pequeño mundo. Me cansé del no-cuadrado en el que vivo, ya recorrí todo, ya no le tengo miedo.

Mañana tengo examen final, una razón más para poderte buscar entre millares de personas. Una razón más para verte, para escucharte porque cuando estoy contigo, mi vida no es un cuadrado, ni un círculo, ni nada por estilo, porque cuando estoy contigo, mi vida se torna en un aleph. En todo, En nada. Porque cuando estoy contigo me siento meramente feliz.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Charla

dinner

“Ambos  estamos sentados frente a frente; por una parte el sol se oculta tan lenta y majestuosamente que nos regala un crepúsculo lleno de vida, tal y como si quisiera detenerse en ese mismo instante para darnos un poquito más de felicidad. Pero justo en ese momento pienso algo muy interesante pues ¿qué cosa me puede hacer más feliz en este mundo que una charla contigo?

Nada.

 

Conforme los días van pasando, la certeza de que estoy creando algo meramente único se está acercando. Ese algo al que todavía no puedo definir, al que aún no puedo comprender y mucho menos detener, es ese algo que sé que está dentro de mí.

No sé, me cuesta tanto trabajo exponer en palabras todo lo que siento, que incluso me doy cuenta de lo poco que me puedo expresar, porque cuando lo que se lleva en las venas es amor, no existe experiencia alguna que te pueda ayudar, todos volvemos a parecer nuevos. Técnicamente es como si no supiéramos nada de nada.

Una amnesia que me hace quebrarla cabeza, una embriaguez que me hace ver dos árboles donde la mayoría sólo observa uno. Es un estado corrosivo, pero lo indeleble de todo es que es el estado más maravillo que un ser humano puede experimentar.

Ya no entiendo nada, hoy ya no sé ni siquiera qué más escribir, de lo único que estoy seguro es dos cosas:

Estoy enamorado de ti, y no me importa que el mundo lo sepa. 

sábado, 21 de noviembre de 2009

Sólo Hablando

Y ahí estaban los dos, viéndose el uno al otro, platicando de tantas cosas que los temas jamás acabarían por cerrarse. Ya ni siquiera recuerdo con qué tema empezaron; probablemente fueron economía, historia, dios, amor, pobreza o algo que en este punto a nadie le viene preocupando. ¡Ah! y cómo olvidarlo, todo esto acompañado de un buen par de tragos.

Helos ahí. Riendo. Despreocupados, y tratando de olvidar un poco el mundo que tanto los llena de vida. Aún ellos no me han visto, y estoy seguro de que en toda la noche jamás se percatarán de que los estoy observando. Uno de ellos toma un vaso, lo levanta a la par que habla. El otro, lo mira y comienza  reírse. Es tan intrigante la escena que veo en este momento. Ambos saben que cuando se empiecen a vislumbrar los primeros rayos del sol, cada uno tomará un camino diferente. Al parecer nadie quiere comentar nada. Todavía no entiendo por qué las personas dejan lo más importante hasta el último. Por qué esperar hasta los últimos cinco minutos para decirle a una persona que ha marcado la pauta en tu vida. Y sin importar que los dos sepan que deberían comenzar a hablar, ambos están sólo hablando.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Algo Simple

imageReclino el asiento del A3 negro que me compré no hace mucho tiempo y me dispongo a salir, todavía disfruto de acelerar hasta las seis mil revoluciones para cambiar de velocidad, me emociona el poco ruido que hace el coche; pero nada como manejarlo a 600 kilómetros por hora.

 

Esto me hace plenamente feliz. Algo meramente simple.

**Ver notas del autor en comentarios**

sábado, 14 de noviembre de 2009

Escribiendo Entre Párrafos

Me encuentro sentado bajo un árbol, probablemente el día sea sábado, pero a causa de mi afición por nombrar los días de diferente manera, hay días en los que olvido plenamente el día en el que vivo. A mi derecha hay una botella de agua con una etiqueta de esperanza. Sé que es extraño pero cada quien cree en lo que le parece lo más coherente. En las manos sólo tengo una pluma y una libreta que encontré en un viejo cajón de mi escritorio; de esas libretas que guardas esperando algún día volver a usar, o en su defecto estrenar. Me toco la cabeza en busca de encontrar un no sé qué que me impulse a escribir, lamentablemente no lo encuentro.

       Es un día bastante caluroso para ser invierno, quizá sea porque son las doce de la tarde, y pensándolo bien no sé cuál es la manera correcta de decir si son de la tarde o de la noche, y para que quede claro sin importar la redundancia de lo que he escrito algunas líneas más arriba, son las doce del sol, me gusta decirlo de esa manera para no crear ninguna confusión. Prometo que al terminar este escrito iré a investigar la manera correcta de hacerlo para no volver a cometer este simple error.

     En fin. Como comentaba hace 5 minutos, o quizá para ustedes sean sólo 2 segundos –maldita teoría de la relatividad– es un día maravilloso, el que estoy viviendo en estos momentos, no tengo nada que hacer, es fin de semana, y he terminado de leer un libro más. Y vaya que se siente bien terminar un libro, me imagino que para ustedes lectores ha de ser igual de maravilloso terminar de leer un buen libro. He pensado que es una lástima que en ocasiones duren tan poco.

    Es extraño pero cada vez que separo los párrafos, es porque alguien o algo llega a interrumpirme, supongo que tienen que pasar. Pienso que este lugar me hace bien. Es como un jardín del edén, claro que no se compara con él pero el nombre suena bien. O quizá como el jardín de los suspiros, como algunos de ustedes les sonará, pero tampoco suspiro tanto en este lugar. Mejor diré que es sólo un jardín.

     Sin darme cuenta he decido regresar a mi casa, a mi cama donde acostumbro escribir en la computadora, pensar que todo lo que he escrito en los párrafos pasados no tiene ni pisca de verdad, bueno lo de que el día es maravilloso, es verdad. Pero de ahí en fuera desde que empecé a escribir no me he movido de la cama. Y lo que me hace  más me hace pensar, son lo maravillosas que son las palabras, lo endulzante que pueden ser, o en su defecto lo prejuiciosas que pueden resultar. Así de sencillo es el mundo de las palabras, lo mejor de todo, es que esta historia, podría ser lo que tú estás viviendo.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Correcto

La tarde se ha desmoronado, y junto con él, ha caído hasta la más ínfima parte de todo mi ser. Me resulta curioso, como un pájaro se esfuerza por hacer un nido, que quizá la lluvia sin un gran esfuerzo destruya. Lo hace, y no deja de intentarlo hasta que quede satisfecho. Muchos, quizá mueran en el intento, pero incluso así, se entregan con todo su ser.

Hoy por la tarde, y vaya que no sucede de a diario, me di cuenta que convencer a mil personas prácticamente es simple, pero saber que entre ellas está una, una que no entra en tu parámetro, una que te rompe con todo lo que has aprendido, con todo lo que a tu criterio sabes manejar, es insoportable. Pensar que has podido lograr vencer en una batalla que para algunos es irrelevante, y sin darte cuenta, notar que las cosas no son como lo habías pensado. Rayos, soy demasiado débil. Había olvidado por completo la vulnerabilidad que me rodea. Aquel talón de Aquiles que trato de esconder, de nuevo ha sido atravesado por una flecha. Vaya que tú, me has hecho dudar por un momento, haces que de verdad dude de saber si es lo correcto, y créeme que de verdad quiero hacer las cosas bien. Esta vez las quiero hacer bien. De nuevo mis emociones van y vienen, y sé que no está bien pero no puedo evitarlo; no puedo evitar tocarte sin que mi corazón, salte, no puedo verte sonreír sin que me llenes de alegría la vida, no puedo evitar mirarte de lejos, y buscarte entre tantas personas; pero sobre todo no puedo dejar de amarte.

Hoy no tengo ganas de encontrar una manera de hacerte sentir bien. Temo, porque no quiero que las cosas salgan mal, por un momento pienso que sería mejor ni siquiera intentarlo. Y por tan sólo un momento pienso que estoy en lo correcto.

 

Ponemos más interés en hacer creer a los demás que somos felices que en tratar de serlo.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Nieve

cold De pronto sentí que el corazón se hacía de piedra, sentí cómo dejaba de latir, cómo iba muriendo poco a poco.

Me flaquearon las piernas de tal manera que no me dio tiempo de pensar en lo que había hecho. A pesar del tiempo transcurrido entre nosotros parecía que nada había cambiado; ahora nuestros corazones sonaban juntos, ambos se sentían unidos sin importar el tiempo que llevaban separados.

Y de pronto en aquel beso rápido y lleno de vida, una ráfaga de amor me acechó el corazón, llenándolo de felicidad, pero sobre todo de ese algo que le hacía falta desde aquel nevado día.