-----Estoicismo-----

“Nadie puede pelear una guerra, o experimentar un amor sin perder algo a cambio” 

“Enciérrame,castígame, golpéame o mátame; prívame de la libertad pero a mi alma nunca se la quitarás”

Los días continúan su marcha mientras me alimento de preguntas. El sol sale, y se vuelve a ocultar; mi cuerpo se mueve, mi corazón palpita, mis pupilas se dilatan y a pesar de eso podría decir que estoy muerto.

Quiero una oportunidad, eso es lo que quiero. Yo sé que no pido mucho. Es sólo lo humanamente posible pues ¿de qué privilegios gozan aquellos que son crueles, insensibles y cínicos para poder conocer el amor? –o por lo menos tener la falsa idea de conocerlo–.

Al igual que un libro tiene la necesidad de expresar una idea, yo tengo la necesidad de amar. Todos tememos a soledad, incluso aquellos que lo niegan. Ahí se encuentra la razón de mi tortura. En mi caso, todavía no encuentro exactamente qué es lo qué me detiene pero sé que está ahí.

En la guerra y el amor todo se vale; no sé si amor es lo que siento, no sé si es una guerra lo que vivo.  Quizá es sólo la falsa idea de estar enamorado y al mismo tiempo no ser correspondido, pero ¿cómo saber si no soy correspondido si la guerra apenas comienza? desistir o pelear. ¿Cómo debe saber uno lo que debe hacer en el momento indicado? probablemente perderé la guerra pero ganaré un amor.  Y así a pesar de todo lo que yo pueda escribir, sin saber si estoy enamorado, sin saber si estoy perdido sólo quiero una sola oportunidad. Pues hoy. Hoy soy un estoico como lo fue Jesús hacia la vida, como lo fue Sócrates hacia la filosofía, como lo fue Gandhi hacia su pueblo, la única diferencia es que yo soy estoico a ti.

 

(Vivaldi no podría faltar…)

Pesadillas I

*si no es mucho pedir esta vez requiero que escuchen esta canción, pues es la que se presentó en mi pesadilla, Gracias.*

 

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Desperté –o quizás no– estaba en un sitio muy conocido, años atrás me la había pasado jugando en esas paredes. Lo recordaba bien. Pero ahora tenía que ser diferente, el ocio me hizo investigar más allá de lo que de niño nunca me atreví a cruzar. Subí aquellas escaleras largas, en forma de espiral hasta la azotea. Al llegar ahí, noté que era un lugar  tétrico que un escalofrío recorría todo mi cuerpo sin cesar. Era como si se escuchara a alguien gritar, que junto con Bach se anunciaba con tales notas que después de ese momento nada sería igual. El crepúsculo se divisaba en el firmamento. Alguna que otra estrella se podía observar pero ese día no había luna. Sería una noche obscura, muy obscura. 

De pronto, un ruido ensordecedor  se escuchó. La escalera por donde yo había subido se había caído en pedazos. No había nadie que me pudiera escuchar. Estaba solo, completamente solo. Hacía frío, mi cuerpo tiritaba y la galimatías se hacía más compleja.

Era de noche, ya no sabía cuánto tiempo había pasado ahí arriba. Nadie sabía que yo estaba ahí. Me levanté reuniendo las pocas fuerzas que quedaban para ir en busca de lo que sería mi condena. Recorrí el lugar, y de pronto noté algo que me había parecido en su momento una chimenea; era un cuarto, las medidas a pesar de no ser un experto, me parecieron de 4x4 era realmente pequeño.

–¿Por qué habrá un cuarto aquí arriba?–pensé– Metí la cabeza por una ven

a que estaba a la altura de mi pecho, y mis pupilas se dilataron al tratar de ver algo adentro. Tenía tal frío que sólo me bastó comprobar que hubiera un suelo dónde sentarme, para meterme. Dentro por lo menos no pasaría frío.

Al entrar, me levanté con cuidado pues sabía que el cuarto no era grande, mi cabeza chocó con algo que en un principio pensé que era pared, mas al tantearlo con mis manos me di cuenta de que era una bombilla. –¿Una bombilla?–vacilé– mi mano recorrió la pared para buscar el interruptor que no tardé en encontrar. Lo accioné y un destello de luz emanó del techo.

Grité desesperadamente al notar que había arañazos, tanto en el suelo como en la pared; eran profundos. Las notas de Bach, eran cada vez más fuertes. Intenté salir de ahí, pero la ventana ahora era más pequeña, lo único que salía era mi cabeza. No podía hacer más. Grité nuevamente, esperando que alguien me escuchase. –Faetonte, te maldigo por tu incompetencia pues ahora el sol nunca saldrá– Metí la cabeza y golpeé una de las paredes que me mantenían preso de tal forma que sentí que me rompía los nudillos, pero no había pasado nada. 

Lloré desconsoladamente que no supe cuando me quedé dormido. En sueños escuchaba tal voz que parecía tranquilizarme a pesar de ser incomprensible. El sol ya había salido cuando me percaté de que alguien estaba subiendo por la escalera que el día anterior se había derrumbado. Me quedé paralizado, era yo, estaba seguro. Grité con todo el aire que había en mis pulmones, pero la persona que estaba ahí no me escuchaba. La noche cayó y por más que gritara, nada pasaba; sólo contemplaba que era yo el que estaba afuera haciendo lo mismo aquel día de mi perdición.

Metió la cabeza y después el cuerpo, yo estaba en un rincón. Viendo lo que yo mismo había hecho. Encendió la luz, y gritó de la misma forma en que yo lo hice. Fue entonces cuando noté que el tiempo había volado para mí. Mis manos eran viejas, y mi cuerpo que antes estaba fornido se había convertido en algo parecido al vidrio. Era un anciano. Y aquel muchacho que estaba ahí, en su momento fui yo. Pasaron días y noche tras noche se lamentaba, como yo lo hice alguna vez. A veces me sentaba junto a el, y le decía al oído que no había sido tan malo estar ahí una eternidad, que de hecho ni siquiera lo había notado.

A las pocas semanas, o quizá fueron sólo minutos, cerré los ojos, para nunca volver abrirlos. Sabiendo que ese era mi destino, vivir encerrado una eternidad. Ver mi condena sin poder impedirlo, y así sucedería años tras años, todo se volvía repetir. Unos describen la vida de tal manera que me hacen pensar que lo que yo vivo a diario es el infierno; y quizá, no esté tan equivocado.

-----Explosión-----

Llegará un día donde los corajes, la tristeza, el miedo y todo eso que tanto se acumula en el alma explotará, quizá desencadene, destrucción o probablemente todo lo contrario. De cualquier modo eso no importa, pues la gente cuenta, explica, investiga, imagina y demás verbos que hablan sobre las cosas que origina tal explosión, pero ¡¡¡Ninguno!!! observa el gran y magnífico detalle de que a causa de eso, una carga tan grande queda redimida de nuestros cuerpos.

Hoy me sentí así, a lo mejor no exploté pero se sintió bien liberarse de algo que te atormentaba día tras día. Todo esto origina que mi cabeza piense en algo…

“Si las ideas fuesen siempre dichas por las personas, todo sería muy distinto”

-----Sólo El Amor-----

Siempre creí que con forme fuera creciendo iría comprendiendo más las cosas, iría sabiendo las razones por las que la gente mentía, te engaña – o lo que es peor aún– pensaba que algún día sabría por qué la gente se lastima entre ellos mismos. Hoy las cosas han cambiando, incluso he mentido, engañado, lastimado y he hecho una infinidad de cosas hacia personas que me estiman y todavía no encuentro el por qué las hice.

La gente  lo hace por avaricia, envidia, o la falsa idea de creer que les hace falta algo  pero la razón principal siempre será y nunca cambiará, sin importar el tiempo que transcurra, el hombre tendrá dos opciones: actuar por miedo o por amor. No hay más. Sonará confuso, y no dudo que lo sea, pero realmente las cosas en estos tiempos carecen de sentido. La humanidad, el único ser humano racional actúa de esas dos maneras. Sólo tienen que abrir un poco los ojos y darse cuenta de que es verdad, el miedo enfrasca la avaricia, el odio, la amargura, la envidia y cada uno de las cosas que se consideran inmorales en nuestra sociedad están enfrascadas en el miedo; así de simple y complejo es. Y esta pura idea nos remonta a una de las cuestiones iniciales desde el principio de los tiempos… hay que saber decidir para poder actuar de manera correcta. Y vaya que cuesta trabajo.

–….pero entonces ¿qué es perfecto?– dijo con tanta admiración mirándolo a sus grandes ojos color café–

–sólo el amor… sólo el verdadero amor lo es, aunque uno ya nunca sabe de qué lado caerá la moneda– dijo casi tan bajo, con intensiones de que ni el viento lo escuchase.

-----Experiencia-----

 

Esta noche dejaría todo por estar a tu lado. Alguna vez escuché que la experiencia en el amor

NO

existe; –vacilo– porque probablemente sea verdad.

-----Juego-----

Un juego no siempre es un juego más. Hay veces que esos juegos representan todo en esta vida. Algunas personas creen poder jugar al juego de la vida como si fuera cualquier cosa, pero ocasionalmente son las que pierden primero. Siendo un juego que resulta más arriesgado que la ruleta rusa. O por otra parte más ambicioso que el de un juego de póquer. Este juego requiere de algo que todos esos juegos poseen para poder ganar. Requiere astucia, conocimiento y quizá desde mi punto de vista el más importante; se necesita ver más allá de lo que otros no pueden, saber qué movimientos harán tus contrincantes y tener un as bajo la manga, o una pistola que serviría de igual modo. Saber moverte en el campo de batalla el elemental, no sobre un caballo ni mucho menos con una espada.

No cuentas con ninguna arma que no hayas forjado durante el comienzo del juego. Ganar territorios es menos sencillo, convencer a la multitud que eres el mejor no se gana tan fácilmente, a menos que seas “noble”.

Reclutar a tu ejército, no resulta sencillo, buscar mirmidones por todo el mundo y saber que pueden dar la vida por ti a cambio de unos cuantos ducados, no es nada sencillo, ¡ah! pero se me olvidaba comentar que esto ya no es una batalla cuerpo a cuerpo, aquellos tiempos donde honorablemente uno luchaba frente a cada líder hasta la muerte han terminado.

No queda más de esos tiempos de honor. Aquí es donde entran los peones a la batalla. Sacrificándolos como si fueran viles bolas de papel. Saber dar opiniones tan objetivas y casi en manera de orden para no ser refutadas es imprescindible. El saber no siempre lo es todo, aunque tampoco lo es el ganar... ya que se necesita de lo más primordial para realmente triunfar.

Triste es que pocos son los que conocen las reglas del juego, más triste son los pocos que tienen lo que se necesita para ganar; destrozador es saber que el mejor ejercito no es nada, porque saber cuántos a pesar de tener TODO, y considerarse triunfadores, nunca, realmente nunca llegan a ser felices…

“Así es el juego, tan complicado, y a veces incomprensible que son realmente privilegiados los que a pesar de tener todo, tienen éxito.”

-----Árbol-----

Es tan corto el tiempo que haz estado aquí, y soy tan feliz, que mi amor ya es como el de un árbol. Un árbol que te dará cobijo de un sol radiante. Un árbol que te protegerá de largas y tenues lluvias. Tan grande que no podrás rodearlo con los brazos por más que lo intentes. Un árbol que te esperará hasta el alba para poder estar juntos una vez más. Así será mi amor. Tan puro y maravilloso. Tan simple y tan complejo. Un amor tan fiel que no se moverá de su lugar. Un amor que te dará todo sin pedir nada a cambio. Te das cuenta de cómo estoy sonriendo ahora. Veme.  ¿Te das cuenta?

De vez en cuando te daré mis frutos; es el regalo más grande que puedo darte, parte de mí. Aquí estaré el tiempo que sea necesario, mis raíces están tan atracadas a la tierra que ni el más poderoso trueno podría derrocarme. Es tan grande mi amor y tan pequeño el mundo. Pero nada de eso importa. Te tengo aquí y soy tan feliz. Soy tan árbol que se me ha olvidado lo demás. Pero qué más da si ahora estás aquí.

“Acostúmbrate a escuchar al viento; porque a cada segundo le digo que te quiero”

 

 

-----Libertad-----

Me encontré con un libreta que hacía bastante tiempo que no tenía en mi manos. Con sus hojas llenas de tu letra, tus dibujos y todas las palabras de amor que tanto me dijiste. Pasé mi mano tratando de ver lo que en algún tiempo quedó atrás,  tratando de rasgar los pensamientos que tanto me gustaban. Por un instante, me detuve a verla, recordando mientras las lágrimas empezaban a anegar en los ojos…

–¡Esta vez no!– dije casi gritando; paralelo a eso un Vía Fora, se escuchó desde lo más dentro de mi ser, soldados, campesinos, mercaderes, alfareros y demás gritando a la par –¡Libertad! sólo buscamos libertad– Corrí hacia el cajón donde guardaba mis cosas más preciadas, desde pequeños hojas de papel hasta las alhajas que tanto apreciaba. Tomé las tijeras para cortar la libreta que me mantenía con un grillete pegado al corazón. Esta vez las lagrimas estaban a flor de piel, caían y respingaban justo al momento de tocar el suelo. –Liberad a vuestra baronesa– se volvió a escuchar. Las hojas que tantas veces me habían torturado ahora caían rendidas ante el pueblo que aclamaba mi liberación.

Caí al suelo rendida pero ahora el pueblo estaba tranquilo… –Y mi corazón también– logré vociferar.

 

“Sin darnos cuenta a veces, tenemos grilletes que nos mantienen apegados a un pasado que no pasa de ser eso, PASADO.  No importa cuantas veces uno pueda ser salvado por el pueblo, ocasionalmente somos nosotros mismos quienes nos colocamos ese grillete que no nos deja continuar… hoy logré liberarme.

¿Lo harás tú también?”

-----Lluvia-----

“Veo, y nunca dejo de ver llover, porque a pesar de que en esta ciudad siempre llueve, nunca vuelve a ser igual…”

 

-----Perfección-----

Me pregunto, lo que Dios sintió cuando creó a Adán; de las cenizas de la tierra se formo aquel cuerpo que en el principio se dijo de ser perfecto. Hay quienes afirman que somos etéreos en el alma, aunque sólo cuando nacemos; después, la cizaña de la humanidad nos invade hasta consumir todo nuestro cuerpo. Quizá sea lento, pero al final a todos nos llega.

Nos corrompe… Nos destruye… Nos absorbe…. Y sé que terminará por aniquilarnos. ¿La razón? la misma de siempre. La confusión, y la mala interpretación de las cosas, algunos ni siquiera se percatan de que ya no buscan la perfección, sino están tras los pasos de la avaricia. Y no lo digo yo, lo dice la historia, lo dice la vida, lo grita la tierra bajo su agonía, pero nadie escucha… todos viven en un una burbuja, que no quieren romper. Los ricos, creyendo vivir. Los pobres, sobreviviendo. Pero que más da, ya son muy pocos los que lo llegan a notar.

¿De verdad las cosas son perfectas siendo como son? no lo creo…

 

Nunca puede faltar Chopin para cosas así…

-----Nada Importa-----

Quizá las cosas realmente nunca vayan a cambiar, no importa si la montaña cae, y se lleva todo a su paso, no importa que el señor de 80 años siga teniendo que recorrer largas distancias para poder comer, que el niño que todavía no comprende lo que es la vida, vea a su madre mendigar rogando por unas monedas para darle algo de alimento a sus hijos, tampoco importa. Mucho menos importa que la vida se les vaya terminando a algunos cuando otros muy pocos valoran la poca que les queda. Así somos crueles, despiadados e irracionales no tenemos ninguna satisfacción, siempre buscamos más y más; arremetemos contra todo lo que está frente a nosotros, tiramos, quemamos y destruimos seguimos arrancando cada parte de este planeta que a cada respiro da todo lo que tiene, pero llegará un día que no pueda más.

“Y pesar de que el mundo se esté cayendo en pedazos, todavía busco y rasgo los pequeños momentos que quedaron entre nosotros”.