miércoles, 12 de mayo de 2010

Yo, no.

Me desperté por la mañana, apenas el sol salía y ruido de la secadora de la vecina ya se escuchaba por toda la casa. Es mi segundo mes de estar enfermo; todavía no puedo asimilar lo que es estar enfermo de por vida, incluso y al igual que hace dos meses mientras estaba en el hospital recibiendo los estudios de sangre que me habían hecho, esperaba que me diagnosticaran alguna enfermedad que doliera pero nunca que me llegara a matar. Lo que tengo es mucho peor de lo que creía, el nombre es lo de menos, la necesidad de nombrar todas las cosas quedó atrás para mí.

Me levanto y me veo al espejo y ya me siento un poco más muerto, incluso parece que el cabello que tenía se va debilitando cada vez más, mis brazos y mi pecho empiezan a perder forma, y las ojeras que me cargo, parecen ser a cada momento mucho más profundas.

Es triste pensar que mi vida se va acabando un poco más por algo que alguna vez me dio la vida, pero bueno a todo el mundo le está pasando, me resulta interesante pensar que la gente cree que la muerte es un tabú, bueno es eso mientras uno está sobrio.

¿Que si he pensado en suicidarme? Nah el suicidio es para los débiles, para los que no tienen agallas de enfrentar lo que les está pasando, y si hay algo que me sobra es valor, por eso nunca me voy a suicidar, es más, nunca nadie me escuchará quejarme, cada uno tiene que vivir lo que le toca, y esto es a lo que yo me atiendo, por eso quisiera volar, irme mucho más lejos de lo que nadie nunca pueda tenerme lástima, desprecio cada momento en el que alguien me mira y suelta palabrejas como, Mira qué demacrado se ve, La enfermedad lo ha destruido.

La poca medicina que me diagnosticaron es una basura, inhibe el dolor por algunos momentos, pero me deja una resaca como si hubiera bebido dos botellas de tequila sin detenerme, por eso decidí sólo tomarla unos minutos antes de ver al doctor, así me ahorro una decena de palabrerías que empiezan por algo tan simple como, Sino cooperas no te sentirás mejor, Pero de todas formas siempre me siento igual, es peor cuando me tomo esa medicina, respondo yo.

Adoro los panteones, siento que estoy más cerca de donde debo, un paso más cerca de la muerte, que viene postergando su cita desde hace ya varios días, curiosamente tengo todo preparado para mi funeral, es increíble lo que puede hacer el dinero, sólo bastaron cinco mil pesos para que todo quedara como yo quería, Ein Deutsches Requiem sonando de por vida en mi tumba, y sin que nadie de mis familiares pudiera saber donde estoy. ¿Qué muerte más pacífica podría tener?

Ah bendita muerte que tanto espero, mi cuerpo tiene miedo, por supuesto que tiene miedo pero; yo, no.

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4 comentarios:

  1. No debes temer a la muerte... ella te cuidará cuando los demás no puedan. Siento que tu destino sea ése... :(

    Un beso

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  2. sin colocarme una soga al cuello, no puedo hablar al mismo nivel, todos perdemos.
    We will meet again... but not yet.

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  3. la muerte... para mi, es el inicio. u saludo. me quedó por mas. te sigo.

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  4. me gusto el pesimismo combinado con conformismo!! me gustoo me gustoooo hhaha ya subi algo =)

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