jueves, 31 de diciembre de 2009

2009

Sin un buen comienzo como prácticamente la mayoría de las veces, estoy sentado frente a la computadora, tratando de escribir en pocas palabras lo inquietante que fue para mí este año. Desde que desperté, una necesidad inexplicable me acecha desde lo más profundo de mi ser. Lamentablemente hasta este momento que son las nueve de la noche, estoy comenzando verdaderamente y por primera vez en el día a redactar las cosas de manera coherente. Supongo que tenía que esperar a que la noche cayera para que con un poco de esfuerzo, y algo de suerte, pudiera hacerles llegar la carta que llevo pensando desde que comenzó el día. Al parecer, y todavía sin que lea lo que he escrito en la parte superior, las cosas van bien, las palabras van saliendo como si cada uno de ustedes estuviera frente a mí. Y de pronto como a todos nos sucede en algún momento de nuestras vidas, no sé la manera en que deberías ir diciendo las cosas.

Ciertamente un día pensé que si existiera una especie de máquina, como las que vemos en las películas, o en alguno de esos libros de superación personal que nos dicen que decir las cosas como son, es meramente cosa mental; si tal cosa fuese cierta, yo no estaría escribiendo esto de ninguna manera; porque como buen humano que soy –o que trato de ser– tiendo a esperar hasta el último momento para decir las cosas. No porque quiera, sino porque es a veces el único momento en que me armo de valor para decirlas. Por muy extraño que parezca, en ocasiones me cuesta un tremendo trabajo decir las cosas e incluso han existido situaciones en las que no las digo, y lo único que sale de mi boca es, Lástima, no me atreví a tiempo. Por eso estoy aquí, porque aunque sé que es algo tarde, en su momento ustedes leerán esto, y verán lo difícil que es para mí decirlo, porque si bien ya se dieron cuenta, y de la misma manera en que a veces sucede en nuestras conversaciones, no les he dicho lo importante del día, y ya llevo dos párrafos con una buena cantidad de palabras inscritas.

Espero sinceramente que coincidan conmigo, pero qué interesante fue este año ¿no es cierto? lleno de aventuras, de locuras, de tristezas, de logros, de derrotas, de peleas, de reconciliaciones, de euforia, de preocupación, de deseo, de desvives, de derroches, de conocimientos, de olvidos, de reencuentros, de soledad, de compañía, de risas, de amargura, de enojos, de sentimentalismos, de abrazos, de besos, de separaciones, de juramentos, de promesas, de amistades, de incoherencias, de lloriqueos, de impresiones, de silencios, de ruidos, de sonrisas, de caricias, de incomprensión, de compañerismo, de apoyo, de gozo, de plenitud de sinceridad, de felicidad, de ignorancia, de temor, de pena, de dolor, de desvelos, de comida :), de sueños, de ejercicio, de lecturas, de generosidades, de prisa, de tranquilidad, de astucia, de suerte, de coincidencias, de destino, de ateísmos, de Deísmos, de teísmos, de tolerancia, de entrega, de confesiones, de ilusiones, de esperanzas, de amor… de amor. Es gigantesca la lista de cosas que hemos vivido y tan sólo a lo largo un año. La gran mayorías de la lista han ocurrido cuando estamos juntos, y es en este momento que lo único que se me ocurre decir es que sin ustedes, las cosas que se viven en un año, no tendrían sentido.

Si en algún momento a lo largo de este año te he faltado el respeto lee la siguiente oración, Discúlpame por la acción que tuve en contra tuya, no quiero tener sobre mis hombros el objeto de un perjuicio, si ya sean mis palabras, o mis acciones, las que te han herido espero que me otorgues la redención, pues estoy plenamente arrepentido de lo que te hice. Tal vez por azares de la vida, a algunos de ustedes lo he tenido que dejar de ver, pero es importante mencionar que están conmigo, siempre me he jactado de tener una buena retención de información, incluso, por mucho que pase el tiempo, yo recordaré los momentos que alguna vez compartimos. Todos absolutamente todos me han enseñado y han sido parte de mi vida, por eso les agradezco su amistad, su tiempo, su confianza, todo lo que me han otorgado a lo largo de estos años, a algunos los conozco desde que tengo memoria, a otros, desde hace apenas algunos meses. Hoy todos probablemente estén con su familia, o con las personas que desean, sinceramente preferiría que no estuvieran solos, pero conociéndolos, tal vez haya alguno que otro que podría fingir sueño para irse a autistear un rato solo a su cuarto.

Mañana y haciendo mención del tiempo, que me quedan dos horas del año viejo, no será sistémicamente diferente, el sol va a salir, quizá haga frío –bueno dependiendo del lugar donde se encuentren– tristemente mucha gente morirá, unos cuantos millones nacerán, y todo prácticamente todo será igual, pero yo siendo tan yo, quiero que sea diferente, alguna vez escuché decir que las cosas no serían diferentes hasta que uno mismo decidiera serlo. Por eso, mañana el sol saldrá, milagrosamente no sonará el despertador porque no tenemos por el momento ninguna obligación aunque espero sinceramente que en algún punto del día abran o mejor dicho abramos los ojos, un nuevo año comienza, que no es más que la simple necesidad del ser humano para tener el supuesto control de las cosas, mi famosísimo escritor José Saramago, diría algunas de sus palabras tan sabias, entorno a esa simple idea. Lástima que en este momento no recuerdo ninguna y que no dispongo de internet para porque buscar alguna. Es importante cerrar ciclos, siempre he pensado que es necesario para crecer, para cambiar, para aprender. Por eso y como dicen mis amigos metroflogeros ZsOlo pAzO0 a DcIrT K eRs uNiCkO, nO0 cAmVBiEs. Ok, me vinieron a distraer, por eso tuve un debraye, pero lo triste de la historia, es que mis amigos tienen parte de razón, pues eres único, frase demasiado quemada para mi gusto, pero eso no deja de ser a fin de cuentas cierto. La segunda parte, la verdad a mí no me agrada, pues como bien acabo de decir, la felicidad para mí, radica en el cambio.

Nos espera un año, de infinidad de cosas, por eso amigo, si gustas, yo estaré contigo. Reiterando de agradezco por lo que me has dado, y no queda más que seguir adelante.

Mis mejores deseos para lo que viene del año.

Atte. Eduardo Ixtlapale

1 comentario:

  1. Feliz año 2010! Que todos tus deseos se cumplan y vivas cada segundo de todas esas cosas cotidianas (a veces esas cosas encierran momentos mágicos que no queremos ver) que suceden día a día!
    Un abrazote!

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