jueves, 5 de noviembre de 2009

Nieve

cold De pronto sentí que el corazón se hacía de piedra, sentí cómo dejaba de latir, cómo iba muriendo poco a poco.

Me flaquearon las piernas de tal manera que no me dio tiempo de pensar en lo que había hecho. A pesar del tiempo transcurrido entre nosotros parecía que nada había cambiado; ahora nuestros corazones sonaban juntos, ambos se sentían unidos sin importar el tiempo que llevaban separados.

Y de pronto en aquel beso rápido y lleno de vida, una ráfaga de amor me acechó el corazón, llenándolo de felicidad, pero sobre todo de ese algo que le hacía falta desde aquel nevado día.

1 comentario: