De pronto sentí que el corazón se hacía de piedra, sentí cómo dejaba de latir, cómo iba muriendo poco a poco.
Me flaquearon las piernas de tal manera que no me dio tiempo de pensar en lo que había hecho. A pesar del tiempo transcurrido entre nosotros parecía que nada había cambiado; ahora nuestros corazones sonaban juntos, ambos se sentían unidos sin importar el tiempo que llevaban separados.
Y de pronto en aquel beso rápido y lleno de vida, una ráfaga de amor me acechó el corazón, llenándolo de felicidad, pero sobre todo de ese algo que le hacía falta desde aquel nevado día.
yo tambien necesito esa algo que me rescate de los dias nevados
ResponderEliminar:)